Los oligoelementos son sustancias químicas que se encuentran en pequeñas cantidades en el organismo para intervenir en su metabolismo. En su mayoría son metales y son esenciales para el buen funcionamiento de las células y de los procesos orgánicos en los seres vivos.
Es muy importante tener una aportación diaria de oligoelementos dentro de nuestra alimentación. Hasta principios de este siglo eran considerados impurezas del cuerpo, pero posteriormente se demostró que, a pesar de estar presentes en cantidades mínimas, (menor a 100 mg), son indispensables para la vida.
Su importancia biológica comenzó a darse a conocer a finales del siglo XIX gracias a investigación del químico y biólogo francés, Gabriel Bertrand, quién demostró la necesidad de los oligoelementos por su intervención en distintos procesos con enzimas y otros elementos, necesarios todos para el crecimiento y la reproducción. Lo primero que encontró fue que el Manganeso desempeña el papel de enzima (utilizando el oxígeno del aire como substrato) y como consecuencia, concibió la idea de que los metales encontrados en cantidad ínfima debían desempeñar un papel esencial en los seres vivos. Fue entonces, cuando comenzó su estudio sistemático para determinar la lista y porcentaje de estos oligoelementos y su acción fisiológica.
Posteriormente, en 1932, el médico francés Jacques Menetrier, basándose en las investigaciones Bertrand, verificó el papel que juegan los oligoelementos en los cambios orgánicos y en la salud. Confirmó que toda carencia de ellos conlleva a enfermedades y que su administración en pequeñas dosis mejora números trastornos funcionales. Desarrolló un estilo de diagnóstico y terapéutica que se conoce con el nombre de medicina funcional y cuya originalidad terapéutica reside en la utilización de los oligoelementos.
La carencia de estos oligoelementos puede producir la paralización de algunos sistemas enzimáticos, lo que deriva en diversos trastornos, como calambres, temblores, nerviosismo, pérdida del apetito, poca coordinación y arritmias cardiacas. Hay ocasiones en que se presenta un desequilibrio, una situación que puede atribuirse a: el consumo excesivo de alimentos refinados, como por ejemplo, azúcar y harinas ya que el proceso al que son sometidos provoca que se pierda gran parte de los oligoelementos; la contaminación ambiental; el estrés porque aumenta el requerimiento de algunas de estas sustancias y consumir bebidas alcohólicas y tabaco. En estos casos, puede recurrirse a suplementos vitamínicos y complementos alimenticios. No obstante, hay que tener presente que el consumo abundante de estos elementos puede ser tóxico.
Por todo ello, los oligoelementos son imprescindibles para la gran mayoría de las reacciones bioquímicas humanas, de manera tal que intervienen en el sistema inmunológico, el sistema digestivo, en la reproducción celular y la síntesis hormonal.
Los oligoelementos y sus diátesis
En el organismo se están llevando a cabo numerosas reacciones bioquímicas, pero muchas veces están bloqueadas y sólo pueden ser restablecidas con la ayuda de oligoelementos catalizadores. Cuando estos bloqueos son numerosos, provocan una serie de síntomas de enfermedad funcional (pérdida del equilibrio biológico), que pueden desembocar en una enfermedad orgánica, muchas veces irreversible.
Los oligoelementos utilizados como coadyuvantes en otras terapias (homeopatía, fitoterapia, alopatía, etc.), potencian los efectos de éstas de manera muy significativa, acortando el tiempo de mejoría a los pacientes.
La diátesis es la predisposición orgánica a padecer una enfermedad.
Hace referencia al conjunto de síntomas, comportamiento físico e intelectual, características psicológicas, vulnerabilidades y enfermedades a que está predispuesta una determinada persona. Es decir, cuando se genera una patología influye tanto el factor generador de la misma así como quién lo sufre junto al terreno donde se introdujo. Algunos estudiosos las califican como predisposiciones orgánicas a padecer ciertas dolencias debido al modo de reaccionar.
Una diátesis es reversible si se trata con los oligoelementos necesarios antes de la aparición de lesiones. El doctor Ménétrier fundó su sistema en base al hallazgo de diátesis o terrenos propensos a desarrollar patologías específicas. Ménétrier informa acerca de características físicas, intelectuales y psicológicas correspondientes a cada una de las diátesis, que se utilizan actualmente en Oligoterapia:
– Diátesis I, alérgica o síndrome hiperreactivo. Se manifiesta en general en la adolescencia y la adultez, presenta un elevado sistema inmunológico, sus cuadros suelen ser agudos pero no graves y reaccionan con violencia contra las agresiones tóxicas o infecciosas.
• Predisposición a las enfermedades: hipertensión, cefaleas, hemicráneas periódicas, rinitis, urticaria, hipertiroidismo funcional, contracturas crónicas, gota, dispepsia, etc.
• Su oligoelemento base es el Manganeso.
– Diátesis II, hipotónica o síndrome hiporreactivo. Este terreno suele presentarse en personas cuyos padres padecieron TBC u otras patologías respiratorias. Es característica la pobre resistencia al esfuerzo, sea físico o emocional, como asimismo una fragilidad general.
• Predisposición a las enfermedades: bronquitis, faringitis, otitis, sinusitis, asma crónica, artrosis, psoriasis, leucorrea, etc.
• Sus oligoelementos bases son Manganeso-Cobre.
– Diátesis III, distonía neurovegetativa o síndrome distónico. Puede ser constitucional, aunque algunos autores consideran que, en la mayoría de los casos es una evolución agravada de la Diátesis I, y en menor medida de la Diátesis II. Lo importante es advertir que este terreno revela signos de oxidación o envejecimiento orgánico que debe ser tratado. • Predisposición a las enfermedades: distonías neurovegetativas y circulatorias, cansancio progresivo, trastornos del sueño, úlceras gastroduodenales, litiasis, ácido úrico, colesterol, cefaleas, mareos y vértigos, ateroesclerosis, impotencia, etc.
• Sus oligoelementos bases son Manganeso-Cobalto.
– Diátesis VI, anérgica o síndrome anérgico o falta de respuesta. No es constitucional, sino adquirida a partir de distintos factores etiológicos como pueden ser: stress significativo durante cierto tiempo, enfermedad grave o infecciosa. • Predisposición a las enfermedades: escoliosis, reumatismo, poliartritis, artrosis, infecciones agudas, recidivantes, insomnio, leucemia, accesos de temperatura inexplicable, exagerada sensibilidad al frío, VIH, degeneración de tejidos, etc.
• Sus oligoelementos bases son Cobre-Plata-Oro.
– Diátesis V o síndrome de desadaptación.
Es según un amplio criterio, una “modalidad reactiva”, la agravación circunstancial de las expresiones de cualquier Diátesis; ésta agravación puede mermar con la misma velocidad con la que se instauró. Existe también la idea de que ésta diátesis es un síndrome endocrino.
• Predisposición a las enfermedades: impotencia, prostatismo funcional, obesidad en adultos, siempre tienen calor, gases, hernia hiatal, enuresis, amenorrea, criptorquidia, disfunción gonadal, pancreática y/o suprarrenal, diabetes, obesidad con retraso de la pubertad, retraso en el desarrollo local o general, estrabismo, etc. Dentro de esta diátesis encontramos el síndrome neuroendocrino: sus características más destacadas son alteraciones funcionales, sobre todo endocrinas; astenia periódica; imposibilidad de concentración y fatiga intelectual; somnolencia, depresión, melancolía, abulia y a veces incluso bulimia. Este síndrome presenta distintas patologías, principalmente genitales y pancreáticas.
• Los oligoelementos bases son: Zinc-Cobre para el síndrome hipofiso-genital y Zinc-Níquel-Cobalto para el hipofiso-pancreático
Los oligoelementos catalizadores y sus principales usos
a) OLIGOELEMENTOS SIMPLES:
– Aluminio (Al): Regula el sistema nervioso, indicado en atonías cerebrales y atrasos intelectuales. Indicado en retraso intelectual menor. Actúa como regulador del sueño y también se utiliza en casos de insomnio producido por sobrecarga intelectual. Pérdida de memoria en el niño y adolescente
– Bismuto (Bi): Indicado en todas las afecciones e inflamaciones de la garganta: anginas, laringitis, amigdalitis y faringitis etc. Muy efectivo en pediatría. No presenta ningún efecto tóxico
– Cobalto (Co): Regulador del sistema simpaticolítico, indicado en problemas digestivos de todo tipo y de hipertensión funcional espasmódica. Indicado en cefaleas tipo migraña, acufenos, vértigos, trastornos funcionales digestivos, aerofagia, espasmos digestivos y vasculares.
–Cobre (Cu): Función antiinflamatoria, antiviral y anti infecciosa, estimula las funciones de autodefensa del organismo. Juega un papel importante en el crecimiento tisular y óseo, permitiendo sólo o en asociación con otros elementos, disminuir o suprimir el uso de antibióticos. Por su estimulación de las autodefensas en la gripe, funciona como un buen antigripal.
– Flúor (F): Indicado en problemas oseo-ligamentarios de toda índole (osteoporosis, descalcificación, etc.), en trastornos del metabolismo del calcio, para facilitar la consolidación de fracturas, hiperlaxitud ligamentaria, profilaxis de la caries dental.
– Iodo (I): Regula el funcionamiento de las glándulas endocrinas, indicado en menopausia, obesidad, nerviosismo e hipertensión. Es un catalizador del tiroides y sus funciones por lo que está indicado tanto en híper como hipotiroidismo.
– Litio (Li): Indicado en todos los trastornos menores del psiquismo: problemas neuro-vegetativos, nerviosismo, irritabilidad, insomnio, problemas del comportamiento y de la afectividad, tanto en el niño como en el adulto. No se debe confundir con el litio utilizado en psiquiatría para el tratamiento de la psicosis maniaco-depresiva con dosis muy fuertes. Mejora las funciones de eliminación urinaria.
– Magnesio (Mg): Es un elemento muy importante a nivel celular, cataliza numerosos procesos enzimáticos y juega un papel importante en el equilibrio de la célula. Está indicado principalmente a malas regulaciones del metabolismo mineral, problemas del crecimiento, dolores causados por inflamación de las raíces nerviosas, en el estreñimiento crónico y en estados de distonía neurovegetativa y otros como artrosis, artritis, raquitismo, etc.
– Manganeso (Mn): Es un potente catalizador indicado en migrañas, cefaleas, etc. y en alergias (eccemas alérgicos, migrañas alérgicas, asma, alergias alimentarias, fiebre del heno). Muy indicado en dolores fugaces, artralgias y precordalgias funcionales.
– Fósforo (P): Indicado en artrosis, osteoporosis, espasmos respiratorios, astenias cerebrales, contracturas musculares, espasmos musculares, calambres y estados de distonía neurovegetativa, tosferina y en la espasmofilia digestiva.
– Potasio (K): Está relacionado con la actividad muscular y nerviosa periférica. Indicado en trastornos del metabolismo del agua: edemas, dolores reumáticos. Tónico cardiaco y muscular (calambres, etc.).
– Azufre (S): Indicado en asma alérgica, alergias, bronquitis, disfunciones hepatobiliares, artrosis, migrañas, insuficiencia digestiva hepática así como complemento en todas las patologías cutáneas: eccemas, dermatosis, psoriasis, urticaria, acné, etc.
– Selenio (Se): Indicado para reforzar el sistema inmunitario. Dada su acción antioxidante, estaría indicado para retrasar el envejecimiento celular. Acción preventiva en enfermedades degenerativas.
– Silicio (Si): Aumenta la elasticidad y resistencia de los huesos, previene la arteriosclerosis, retrasa el envejecimiento y equilibra el sistema nervioso. Se encuentra en los cereales integrales, la levadura de cerveza, el maíz, la calabaza, la sandía y la cola de caballo.
– Zinc (Zn): Actúa a nivel de glándulas endocrinas y genitales. Indicado en el retraso del crecimiento, alteraciones gonadotrópicas, impotencia funcional, dificultad de regeneración tisular, disfunciones hepáticas y pancreáticas. Es necesario también para la integridad de la piel y puede representar un modificador del terreno en afecciones cutáneas.
b) OLIGOELEMENTOS POR ASOCIACIÓN:
– Cobre – Oro – Plata (Cu – Au-Ag): Indicado en todo tipo de infecciones, es uno de los oligoelementos más utilizado. Indicado en fatiga global, psicastenias, tendencias depresivas. En general, cuando se observe una disminución de las defensas con pérdida de vitalidad. Muy utilizado en Geriatría.
– Manganeso – Cobalto (Mn-Co): Indicado en las disfunciones del sistema neurovegetativo (ansiedad menor, pérdidas de memoria, disestesias). Trastornos de la circulación (varices, espasmos vasculares, hipertensión funcional espasmódica); colitis espasmódica, úlceras gástricas con componente psicosomático y gases.
– Manganeso – Cobre (Mn-Cu): Indicado en fatigabilidad, tanto psíquica como física, sin causa aparente. También en la cronificación de enfermedades tales como la cistitis de repetición y en sinusitis, bronquitis crónicas, asma bronquítica, eccemas infecciosos, dificultad de fijar la atención, estreñimiento, etc.
– Manganeso – Cobre – Cobalto (Mn-Cu-Co):
Propuesto como coadyuvante en tratamientos específicos de las anemias y estados asténicos. Anemias ferropénicas del niño o de la mujer embarazada. Anemias postinfecciosas y anemias de la vejez.
– Níquel – Cobalto (Ni-Co):
Indicado en manifestaciones funcionales pancreático-digestivas, tales como estreñimiento, hinchazón de vientre, digestiones lentas y pesadas, aerofagia.
– Zinc-Cobre (Zn-Cu): Indicado en problemas hipofiso-genitales como impotencia, frigidez, etc. Propuesto en los retrasos del desarrollo endocrino, en la menopausia, en trastornos de reglas (síndrome premenstrual) y trastornos de la pubertad.
– Zinc-Níquel-Cobalto (Zn-Ni-Co): Indicado en bulimia y en obesidad como complemento a una dieta adelgazante. Controla el exceso de apetito. Propuesto en digestiones lentas y difíciles con somnolencia después de las comidas. En los periodos de hipoglucemia pasajera, acompañados de hambre canina, que se corrigen con la ingesta de alimentos.
Recomendaciones
En un principio no se han producido efectos tóxicos durante su administración. Deben realizarse bajo indicación médica y su forma de administración más habitual es la vía sublingual.